...V Reflexiörr...

Agresión e insulto, tal y como su título lo representa, la duda emerge en mi ser en estos días en los que estoy sujeto a fatídicas clases e insensatas ayudantías, considerando en paralelo mis ansias por surgir, siento el terror en mi cuerpo en el encierro de un castillo. Numerosos seres me rodean, mayores y menores que mi persona, son mejores que yo, peores que yo, la comparación inconsciente que he hecho me amarga tristemente, y entonces es cuando recuerdo las palabras alentadoras de mi padre mono y mi madre tigresa, de seguir luchando, perseverar, como la letra de una canción de música electrónica que hace vibrar hasta el más salvaje animal interno.

La gente que rodea mi ambiente me ha ayudado en demasía, y no he devuelto nada a sus personas, qué clase de criatura soy yo, cuál es mi verdadero propósito hoy en día. ¿Es acaso mi fin el de ser alguien de inversos altos y bajos durante un lapso eterno de tiempo? Muchos me han respondido esta pregunta que atormenta constantemente mi mente, y la más usual es que "yo dejo que eso suceda, y no me esfuerzo por cambiar y ser mejor". Tal concepción se aplica a mi rendimiento académico y de vida en general, me dejo en la apatía y la angustia pero no pienso en la forma de salir de tal embrollo.

Es hora de cambiar definitivamente, de concretar esos proyectos dejados a medias y poder "ser alguien", dejar de estar en la masa, romper la fuerza de esa ola inmensa denominada "vida". Todo se reduce al control, a las decisiones que marcan tu vida, el destino no hace tu vida, tu haces el destino de tu vida, tan sólo se debe tener sabiduría en las acciones tomadas, prepararse para cuando la equivalencia de tus actos venga a ti, pero luego te enriqueces como persona, tomas una decisión, te responsabilizas de ellos y dices "sí, yo me atreví a hacer eso" sea cual sea el resultado final, atreverse a lanzarse a ese gran mar de la vida, eso es digno de llamarse valentía.