sábado, 25 de febrero de 2012

1° Reflexión 2012

Hace unos momentos atrás pensaba en mi mente, una vaga idea de cómo he dejado de lado lo que antes amaba, como por ejemplo el simple hecho de escribir cualquier cosa que pudiera venir a mi cabeza o quizás hacer un precioso dibujo para mi amada Natalia. No lo sé realmente, las razones que puedan existir para tales falencias me son esquivas o simplemente no tengo la certeza ni madurez como para obtenerlas, lo cual me causa una angustia tremenda.

Pensaba además si mi novia podría estar engañándome, pues siempre es una mujer de pocas palabras, no dice nada ni da acotación alguna cuando la llamo, además de que siempre esquiva mis preguntas o se pone incómoda un buen rato, causándome una impresión muy extraña de su comportamiento. Quizás sean celos, quizás sean razones bien infundadas, no lo sé, pues ese será una duda que tendré en un buen tiempo más, mi problema pasa de que aún no concibo ni siquiera creo que pueda existir una mujer tan buena como ella y yo, un ogro y un condenado sin donde caer muerto que tiene como novio, no tengo ni la más mínima idea de qué cosas vio en mí cuando se "enamoró": quizás mi billetera? mejorar la raza, como dirían las palabras del actual presidente (Piñera) ? O de verdad es un sincero y gran amor que siente por mí, incondicional y eterno ? Sólo el tiempo lo dirá.

Siento que los días pasan con pesadumbre, el tormentoso viento de un invierno duro, seco y muy gélido se avecina además de una angustiante llama dentro de mí que crece con cada día y lucho para que no salte y extinga todas las cosas que amo, siento como mi carne se va haciendo más seca, mi sangre se adelgaza, siento cómo mis huesos se vuelven frágiles y rígidos, además veo delante de mí como rostro se desfigura frente al espejo, mi cuerpo se transforme en algo horrible que yo dejé pasar, y el tiempo ninguna solución trae mas nada angustiante que sentir cómo mi propia voluntad se subyuga ante la pereza y la sensación de morir tempranamente.

Ahora mismo, extraño estar con mi amada, en este día funesto en que sacrifiqué a muchos que decían llamarse mis amigos, pero ni una llamada, ninguna carta o siquiera un momento de relajación y alegría, compartir con quienes quería. NO! Nada de eso pasa en mi vida, soy demasiado horrendo y desagradable como para ser invitado a lugar alguno, no tengo trascendencia en las vidas de las personas que conozco, si muero un día, todos llorarían, cínicos e hipócritas, sobre las flores que adornarían mi ataúd. Simplemente mi cuerpo no siente nada, ni tampoco quiero sentirlo, pues estoy cansado de los gritos, cansado de las burlas, cansado de vivir cada día pensando en que otra pudo ser mi vida y cómo fui un estúpido y no seguí el camino que debí, forcé las cosas, y aquí me encuentro, miserable, solo e infeliz de todas las cosas.

Tan sólo quiero morir un día e irme en paz conmigo mismo, y dejar este mundo que tanta tristeza y llanto traen a mi conciencia, y que parece empeorar cada día que pasa.