miércoles, 22 de abril de 2009

...Gegriranth...

"...Ven y siente el llamado del mar, te llamaré por tu nombre, me escucharás y vendrás mis brazos, te daré toda la riqueza de las profundidades, pero debes someterte a las aguas eternas por el resto que dure mi propia e incondicional vida, aquí, sumergido bajo ruinas de una ciudad ya destruida por el paso de tormentosas edades..." Draliuz Eizth Demonir 2:20

...Oh Amado Gegriranth, un océano de vasta extensión, me demoré más de cincuenta años en explorarlo, y al hacerlo encontré tanta amistad y cordialidad, ciudades enteras ocultas en la neblina marina. Seres extraños, acuáticos y que a su vez flotaban en los aires mientras los barcos de nuestra flota circundaban y se perdían por numerosos cánticos abismales, de criaturas aún más antiguas que la misma tierra, como demonios de Ileridessërr pero aún más tétricos y salvajes.

...Ese inmenso océano en las afueras del puerto de Därthillam, la Ciudad de Cristal Azul, y las Altas Cumbres Nevadas de Ztherr'yl Nought, valles enteros sin noche que chocan con las tempestades del mar furioso en invierno. Reyes y reinos completos yacen en sus fondos abismales, donde ciclópeas ciudadelas guardan silencio bajo la presión intensa del mar. Ahí habitan, hacia unos diez mil recuerdos al interior, una criatura legendaria, enemiga de los vivos, guardiana de los muertos y sus secretos, es la Aire'zanthem, un vestigio del pasado humano del universo, que vigila eternamente todo su vasto territorio, sin dejar siquiera espacio para un simple pescador, poder sustentarse de los frutos del mar.

"...En las lejanías del horizonte, el viajero puede encontrar la ciudad enorme de Nova Gegriranth, la ciudad flotante, una de las fortalezas inexpugnables del Canciller Gegrim Jörr, hijo del mar y cielo de los océanos circundantes y territorios anexos. Al llegar, prepárate a luchar, si eres digno, los guardias del mar te retarán a un duelo simple de espada y magia arcana, pero si te niegas ten por seguro que jamás volverás a ver tu patria otra vez. Es propio del viajero aventurero, observar las numerosas islas paradisíacas que hay en las cristalinas aguas de este enorme océano, que una vez Draliuz I congeló de un gran soplo en sus tiempos demoníacos, allá hace unos dos mil años atrás, cuando el mundo conocido era aún más pequeño que ahora y la oscuridad dominaba gran parte del aire que ahora respiras".

*Drama y expectación viví en esas aguas, mi vida pasó innumerables veces delante de mis ojos, forjé otra vez mi espada, mire hacia el cielo y luego tire una ráfaga de viento hacia las velas de mis barcos, los hombres se alegraron al recuperar algo de viento, pero fue entonces cuando ella apareció, una de las tantas diosas repartidas por todo el universo, decía llamarse Yirig'lei, pero no confié en ella, pues las mujeres son traicioneras como el mar y no estaba de humor para más patraña divina, por tanto, tomé la Esfera de las Almas, y la encerré dentro como una muñeca bien guardada; luego, al llegar a la costa la liberé y me castigó por mi insolencia, le presenté a mi demonio y se arrepintió de inmediato...*

...Si vez a un ser de alas metálicas y una cola marina ponerse frente a ti, te sugiero que corras, vueles o mueras del miedo, pues eso significa que has pasado al Mundo Subterráneo, al "Drugush'närr", lugar similar a un infierno, poblado infinitamente por extrañas criaturas en imponentes y bellas ciudades de roca negra, que están bajo el mandato de una cruel Emperatriz Dual, Alexandra ill Zanther XV, la última de su linaje, aunque ya ha vivido casi toda la historia del mundo, no conocerá la muerte a menos que se le encierre en una Esfera del Alma, tal y como un alquimista hizo al encerrar a un "Príncipe Demonio..."

No hay comentarios: