sábado, 27 de marzo de 2010

Paz interior, Vida exterior...

Cometo tantos errores a lo largo de mi existencia, cosas que no debieran de pasar si tomara una decisión informada, tener toda la panorámica del asunto, del contexto, pero mi instinto más dominante insta a que tome una decisión muy rápida y demasiado burda, al hacerlo creo que mi propia infelicidad, trato de buscar lo contrario pero siempre termino hallando lo que menos espero.

¿Por qué será que atraigo no desgracia sino más bien el remordimiento de que el momento pasado pude haberlo pasado mejor a como ya pasó?
Quién sabrá dicha respuesta más que el Maestro de las Llaves del Tiempo, quien todo vigila y observa en la eternidad el flujo de la vida desvaneciéndose en el vacío del espacio-tiempo; todo aquello nace debe morir, y lo muerto revivir, en sí es una teoría básica de lo elemental que es la naturaleza hasta su más dinámica y lejana esencia, sea aquí en la Tierra, como en Alpha Centauri.

El otro día pensaba hacia mi interior, el como puedo Tocar Fondo, dentro de mi sujeto propio, es algo tan extraño siquiera concebirlo, pues trata en sí de poder sumergirte en tus pensamientos, ahogarte en tus temores y miedos, como bucear en un profundo océano de lágrimas que corroen tu piel a medida que desciendes, navegas por tus miedos, tus pesadillas, sueños y maravillas concebidas quizás en luces y sombras de algo más allá "de la caverna" de nuestra realidad, y entonces llegas, ves ese arenoso lecho donde la vida llega a su fin, debajo de la tierra está y acecha la poderosa muerte, inconmensurable, intransigente, no perdona a nadie ni a si misma. Supones entonces, "qué deberé hacer" sigo hasta el otro lado, y no retorno a la luz que ilumina el rostro de los vivos cada día o me regreso a lo cotidiano, en donde el cambio y la trascendencia son posibles pero la lucha y el desgaste tomarán fuerza en tus días, con cada parpadeo una vez despierto en tu lecho.
Mi consejo es, sube, emerge de esas tinieblas, no vayas más allá donde antiguos magos y seres endemoniados han ido y retornado, con historia terrible y desenfrenada agonía por tomar de los demás.

No seas uno más, de los que mueren sin tener una vida en paz.