viernes, 27 de mayo de 2011

A las puertas del asedio...

"Pero por qué no te vas, por qué no huyes y reinas en otro lugar, para qué estás en un lugar donde tu suerte es una muerte segura..."[...]

"Pues porque mi patria es esta, aquí ha nacido mi familia por veinte siglos, aquí fue donde nació el reino, aquí luchamos por la libertad de los pueblos, desde este lugar es donde nacerán las almas y la guerra, la sed por recuperar lo nuestro, aquí estará nuestro legado, y es en mi ciudad, Därthillam, donde mi padre luchó hasta su último aliento para proteger a quienes viven aquí y su justa y bella vida, a la cual tienen derecho desde su nacimiento. Y eso amigo mío, si prescindes de ello, no eres digno de llamarte un guerrero de Drión..."

Diálogo entre Draliuz Khar I, XXV Príncipe de Därthillam y
Nikolai V, Virrey de Nova Lyrgrux.

Desde Taller de Aprendizaje en C. Escolares...

Así con el autoestima, una cosa rara que está de moda hoy en día y que muchas veces (por no decir siempre) la gente usa sin saber qué significa. Además me late como un eco dentro de mi universo-mente, un aullido lejano, cuando una profesora de cátedra me repite una y otra ve, con su voz condescendiente, tono un tanto tedioso, como sí ella misma no creyera lo que está diciendo, disposición débil, carácter minúsculo, existencia inocua y tan poca influencia, ejerce quizás con una de las personalidades más suaves de la universidad, pero realmente sus palabras tienen un vacío, no entregan conocimiento alguno, mis compañeros se aburren, bostezan con gran escándalo aunque de forma disimulada, todos pasan metidos en sus mentes, imaginando qué cosas maravillosas, terribles o nada tal vez.

Sólo anotar y anotar, sustantivo tras adjetivos, conceptos y definiciones, un ciclo sin fin en donde se hacen preguntas estúpidas, sin sentido, elementos donde que no caben siquiera en mis concepciones para ser un buen profesor algún día. Todo tan utópico y tan lejano, nada de planteamientos prácticas, puras estupideces, esta mujer es una imbécil, no en el sentido de que no sepa cualquier cosa, sino que su existencia es un verdadero letargo, no tiene peso ni tampoco ayuda el clima alrededor de ella, el calor y el encierro, la transpiración y hedores corpulentos, causan un grado nauseabundo de la clase, mientras siguen y siguen las tonteras que pueden decir.

Ahora quisiera poder arrancar a otro mundo, no sé, a algún país de grandes árboles y temperaturas templadas, donde el frío y el calor se conjuguen en una masa idónea, donde el descanso es lo cotidiano y la aventura a la puerta de toda persona, peligros y riesgos que hacen de tu vida mucho más emocionante, ¿pero ésto? Por favor, me han engañado, la universidad no es un lugar de participación y de gran heterogeneidad como me "vendieron", sino todo lo contrario, es el lugar más horrendo, todos iguales, masas grises, opiniones radicalizadas pero basadas en hechos que pasaron hace más de 30 años, por favor, avancen a otras cosas, sean mejores y alcancen nuevas líneas de pensamiento, pues lo único que se hace aquí es reproducir lo "que el autor dijo en". Para mí, esto no ayuda en nada, sólo destruye los grandes conocimientos que uno posee en el colegio, aquí el molde es mucho más fuerte, y lo peor, es que estás consciente mientras te moldean....

martes, 24 de mayo de 2011

Desde la clase de medieval ...

"...como el pastor separa a sus ovejas de los cabritos..."

Esa frase quedó en mi cabeza en una clase de mi carrera de historia. Una clase un tanto tediosa y horrenda, pues e ayudante es muy "academicista", no posee en lo absoluto una pizca de "pedagogía" en su ser, además de que resalta mucho que "él es quien sabe más", lo destaca en demasía al punto de ser un pesado, terrible y arrogante, su risa de las desgracias de los demás, por ejemplo, reírse de quienes reprobó en el examen del año pasado. Habla sobre rasgos del arte cristiano, los ojos almendrados, los ángeles de la izquierda, de la derecha, en fin, para qué me sirve eso, si me es aburrido y más encima tendré que mostrárselo a mis futuros alumnos. No tienen ningún punto, al menos para mí, si bien, es importante saberlo, pero esas cosas puedes leerlas en un buen manual de historia.

"El verdadero camino a seguir" [...] La iconografía cristiana como un libro pedagógico de imágenes, pero estas palabras puedo imaginarlas flotando cerca de mi cuerpo, rondando, trasladándose de un punto a otro, realmente, no penetran en mi ser, no llegan a mi espiritualidad; sean los tiempos, sea mi mente cerrada a esos temas, no puedo concebir que una asignatura tan global de historia universal sea reducida a una miserable revisión historiográfica sobre lo que escribieron autores de las fuentes del cristianismo (si, así de complicado).

Mi mente se comienza a achicar lentamente en una clase tan aburrida, en especial donde no hay nada más que hacer respecto a sólo oír al ayudante, hablar y hablar una y otra vez acerca de lo mismo que nos dice el profesor, con su rostro tan frívolo, voz gélida e incluso un temperamento agobiante. Bromas muy absurdas y sin sentido, donde todos se ríen para no quedar mal, chistes sin gracia y lleno de "intelectualidades" que sirven sólo para quienes se arrastran detrás de las sombras del profesor titular. ¡A qué ha llegado la universidad!

La universidad se supone que es un lugar de participación donde "el homo ludens" puede desenvolverse plenitud, pero más parece su versión del siglo XV, como un lugar anexo a la Iglesia, con trascendencia de "claustro". Los alumnos se sienten atrapados tras sus murallas, días y días de estudio sin sentido, para que una sola pregunta evalúe todo tu proceso de perseverancia y aprendizaje, termina por echar abajo tus sueños de salir adelante como un "profesional". En estos casos, convendría existir la magia entre nosotros. Si bien, haría un cambio sustancial en las formas de concebir el mundo, daría más entretención a lugares donde hay "seres" que irradian un "aura de homogeneidad", convirtiendo a todo el que se acerque o de paso en falso, en la masa gris que compone la sociedad neoliberal-conservadora de nuestro país.