Hoy me encamino en un bus hacia lo desconocido de unas tierras lejanas, distantes como el sol cuando se oculta en el horizonte del oeste, en las profundidades del mar. Junto con mi hermosa y tan amada Natalie, la acompaño hacia su hogar entre hermosas valles de blanca luz y pastizales tan vastos como las llanuras europeas.
Siento un poco de miedo por lo que vendrá en esos lugares tan lejanos y recónditos, puesto que la Alta Familia de Terratenientes, Señores de la Tierra pueden castigarme al haber profanado de alguna forma poco usual la integridad de su tierna hija.
Tan sólo espero que la acogida sea grata y que al menos, pueda ser querido por desconocidos durante las próximas semanas, sin necesariamente ser golpeado o amenazado por un estúpido o casual error.
Mi apariencia en sí crea un efecto de alerta en los demás, aunque me llevo muy bien con los Terratenientes en general, pero igual provengo de una familia de Nobles Guerreros, de las pasadas batallas con el país del Argenth, por tanto, sé defenderme pues lo llevo en la sangre.
¿ Cómo serán en su hogar ? El frío debe ser atroz por dichos lugares, pues están inmersos en un cráter de eones de existencia, por tanto, temo por mis alud un tanto, pero la medicina rural de esas zonas y el cariño más amor de mi hermosa princesa, Natalie, me hará sentir mejor y dará seguridad a mi errar por dichas vastas y remotas tierras, donde la magia de la Tierra y sus hijas aún permanecen, firmes e inextricables desde la llegada del hombre.
Salu2 fieles lectores.
- Drask Mode Off -
No hay comentarios:
Publicar un comentario