Secondary Thoughts

En un día helado de invierno coloco mi mente a pensar en las múltiples cosas de mi alrededor, amar sin ser amado, viciarse hasta morir, tomar lo que no es tuyo o pensar en lo prohibido por la sociedad.

Pensar que desde tanto timpo atrás la respuesta estuvo allí, en un simple dibujo, el más real y precioso de todos, hecho en una ordinaria hoja de cuaderno, su significado en cambio, me entregó vitalidad cuando cerca de la muerte estuve, sea a sabor de comprimidos o filosas hojas punzantes y cortantes.

Debí aberles hecho caso a mis pro amigos y tomar en consideración a aquella linda chica de ojos verde del cielo; hermosa es; en su momento la omití como una falta ortográfica, y ahora lamento haber perdido aunque sea, su infantil y sencillo amor, que ofreció tácitamente y sin discriminacion alguna.

Triste me siento al ver al mundo en pares a mi alrededor, besándose, amándose, mirándose de forma simpática mientras los días del equinoccio llegan con prisa, y yo tan solo voy quedando, sin otro sentimiento que el de envidia y alegría por quienes pueden compartir.

Aquella amante de lo oscuro tétrico me acosa en sueños, su mirada suave y relajada quiebra mi alma y me hace quererla como lo más preciado del obstinado Averno, pero luego despierto de súbito y pienso fríamente. ¿Qué criatura tendría la capacidad de quererme, no por mi cuerpo, sino por lo extraños que son mis pensares a luz de día y noche?

Tal vez la respuesta nunca llegue, tal vez sean cosas sin sentido lo que hablo y planeo, pero es cierto, harta falta le hace el amor y compañia a un viejo lobo estepario...